La escuela enseña conocimientos, pero los buenos hábitos se aprenden en casa. Esta es la frase que se oye una y otra vez en todos los círculos sociales; y es verdad que hábitos como el lavado de dientes diario, rutina de aseo matutina y el ahorro, se aprenden en casa, en estos tiempos post-pandemia y dado el cambio hacia lo digital que están teniendo las empresas y distintos trabajos, es importante hablar de productividad familiar.
La familia es el núcleo principal de toda sociedad, y es en ella donde se enseñan buenos y malos hábitos, es mejor enfocarse en los buenos hábitos y dejar los malos atrás (aunque si bien no es fácil puede lograrse). Hablemos ahora del fomento de la productividad familiar.
Madrugar es el comienzo para una buena productividad familiar
No nos llamemos a engaños, casi todos nosotros somos más productivos en el día. Levantarse temprano hace que los horarios productivos sean mejor aprovechados. El establecimiento de horarios y rutinas laborales, hace que no se afecte el balance entre trabajo y ocio (generalmente en las tardes-noches).
Definitivamente al que madruga Dios le ayuda, puede sonar un poco a cliché, pero es totalmente cierto.
Una lista es crucial para una buena productividad familiar
Tener tareas claras y definidas para cada miembro del hogar, ayuda a saber qué función u oficio le corresponde a cada integrante, el reparto de tareas familiares también debe incluir a los hijos, pues desde temprana edad es necesario enseñarles rutinas de orden para evitarles (y evitarnos a nosotros mismos) futuros dolores de cabeza.
Una tarea muy básica que se puede enseñar es hacer sus camas, esta sencilla labor ahorra tiempo a todos. Recoger su plato de la mesa, guardar la ropa en su armario, ordenar sus juguetes, limpiar el polvo…son tareas sencillas que van generando el hábito.
Productividad familiar sí, pero desde el realismo
El reparto de tareas familiares está bien, pero debe llevarse a cabo tomando en cuenta el tiempo que tomará cumplir cada tarea, hay que sumar todas las acciones y analizar si es afrontable con el necesario bienestar psicológico. ¿Quedará tiempo para descansar? ¿Hay espacio para imprevistos? Si la jornada es muy larga o tienes muchas tareas por realizar, empieza por las más importantes y que consumen más tiempo, las más sencillas pueden resolverse al final.
Una mano experta optimiza la productividad familiar
¿Quién es la persona que mejor y más rápido lava los platos? ¿Quién es la escoba más rápida de la casa? dentro del reparto de tareas familiares cada experto en un oficio ayuda a reducir los tiempos de ejecución.